El
comienzo de la estación cálida significa, especialmente
para los habitantes de las regiones rurales del noroeste del país,
empezar a sufrir la picadura de cientos de vinchucas cada noche. Éstas,
además de acarrear el potencial peligro de la transmisión
de la enfermedad de Chagas, son capaces de extraer grandes cantidades
de sangre a las personas, llegando a producir hasta anemia crónica
en algunos casos. En Chagas investigan científicos del Centro de
Investigación Científica y de Transferencia Tecnológica
de La Rioja (CRILAR), dependiente del CONICET.
La endemia
Luego de más de 40 años de actividad de programas nacionales
y provinciales, la transmisión de la enfermedad de Chagas en la
Argentina continúa siendo la principal endemia sanitaria en el
noroeste. Desde la década de 1960, la transmisión de esta
enfermedad disminuyó sustancialmente a nivel nacional. Sin embargo,
para los doctores David Gorla y Silvia S. Catalá, ambos del CRILAR,
“la actual situación en la transmisión vectorial en esta
región argentina contrasta negativamente con la observada hacia
fines de la década de 1990, como resultante de un desordenado proceso
de descentralización del Programa Nacional de Chagas que derivó
en una década de problemas estructurales”. En algunos lugares,
la situación retrocedió al escenario que existía
a mediados de los años ’60, como el que se observa en áreas
rurales con más del 60% de viviendas infestadas. En zonas rurales
del sur de La Rioja, Santiago del Estero, Chaco y Formosa se registra
más del 50% de viviendas con vinchucas en altas densidades.
Un
buen motivo de reunión
Tan importante tema fue el centro de discusión de una reunión
reciente, convocada por la coordinación de un proyecto financiado
por la Comunidad Europea, por el IDR (Francia) y el CONICET.
Al encuentro asistieron investigadores de Francia, Brasil, Bolivia, Uruguay,
México y Argentina (Universidad
Nacional de Salta e instituciones del CONICET
radicadas en La Plata, en Buenos Aires y en La Rioja -CRILAR-). Los científicos
discutieron acerca de los resultados de un proyecto integrado que evaluó
características fenotípicas y genotípicas de Triatoma
infestans, el principal vector de la enfermedad de Chagas en esta región
de América. “Las conclusiones más relevantes indican, por
un lado, que las poblaciones de T. infestans tienen un grado importante
de variación genética y una gran plasticidad fenotípica
que les provee gran capacidad adaptativa, en especial en la región
del Gran Chaco americano”, expresó el Dr. Gorla, al tiempo que
aclaró que se presentaron evidencias sobre la existencia de tres
diferentes poblaciones de T. infestans, ubicadas en las regiones andina,
chaqueña y una zona intermedia. “Cada población tiene particulares
características feno-genotípicas; algunas tienen elevada
resistencia a insecticidas piretroides, y otras tienen una gran capacidad
de colonizar nuevas áreas. Dentro de la Argentina, las poblaciones
de vinchucas resistentes a piretroides están restringidas a la
localidad de Salvador Mazza (Salta), y no se encontraron evidencias de
que haya dispersión de tales poblaciones hacia el sur”, prosiguió.
Pero la preocupación más significativa reside en la falta
de insecticida en todas las jurisdicciones con transmisión vectorial
activa de la enfermedad de Chagas, con excepción de Santiago del
Estero. “Paradójicamente”, agrega Gorla, “en esta provincia no
se puede usar el insecticida existente debido a que el programa provincial
no cuenta con personal capacitado para su aplicación”.
Posibles soluciones
Una de las necesidades más urgentes es la de buscar activamente,
y tratar, a infectados menores de 15 años en todas las jurisdicciones
donde haya un efectivo control de vinchucas, ya que ellos pueden ser tratados
y curados siempre que se los devuelva a viviendas libres de tales insectos.
Datos recientes sobre la situación en La Rioja y Santiago del Estero
demuestran que la eliminación de las poblaciones peridomésticas
de T. infestans es prácticamente imposible con la técnica
actual de rociado con piretroides. Esta situación, sumada a la
existencia de focos de T. infestans resistentes a piretroides en el norte
de Salta, y a grandes áreas con poblaciones de T. infestans resistentes
en Bolivia, refuerzan la necesidad de acelerar estudios sobre métodos
alternativos de control de poblaciones peridomiciliarias, monitoreo continuo
de susceptibilidad a piretroides, grado de intercambio entre poblaciones
intra y peridomésticas, métodos de detección de vinchucas
en bajas densidades y el proceso de dispersión en T. infestans.
Terminar con las
“fábricas de chagásicos”
Para los investigadores del CRILAR/CONICET,
el principio del fin de esta historia ocurrirá cuando se cierren
lo que ellos llaman “fábricas de chagásicos”, instaladas
en las viviendas del noroeste argentino infestadas por vinchucas que “exportan”
Chagas y marginalidad hacia las grandes urbes argentinas y hacia países
no endémicos.
Fuente: CONICET.
Seleccionó y adaptó: Enrique
A. Rabe (ACS/CERIDE-CONICET).
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