III ENDICOM

Mesa: Problemas teóricos y metodológicos en la investigación en Comunicación.

"Crónicas de última página.

El periodismo de no-ficción en la Argentina"

  Lic. Eduardo de la Cruz

Escuela de Ciencias de la Información

Universidad Nacional de Córdoba

- Río Cuarto, octubre de 1999 -

 

 

Introducción.

 Este trabajo quiere abordar, desarrollar e indagar sobre el género de la no-ficción en la producción de dos periodistas/escritores argentinos.

Se busca, entonces, encuadrar los relatos escritos en las contratapas de dos medios gráficos nacionales (La Maga y Pagina/12) por dos periodistas (Carlos Ares/José Pablo Feimann) dentro de la narrativa de no-ficción.

La idea es observar como se ubica dentro de la profesión periodística el trabajo de la escritura y la manera en que se experimentan los cambios y las búsquedas de nuevos horizontes en este terreno.

 

Aproximaciones.

Nuestro tema nos introduce en un medio en particular: la gráfica, lo que se conoce como la prensa escrita, los diarios y revistas que la sociedad consume y que sirve de soporte al género que vamos a analizar.

Mucho se habla de la crisis de la prensa escrita, bastante se estudian los cambios y transformaciones que se producen en ella por los otros medios, especialmente los audiovisuales (radio y TV) y también se cuestiona sobre sí la prensa seguirá entre nosotros.

Vamos a profundizar un poco la problemática.

Héctor Schmucler y Patricia Terrero en su conocido ensayo "El incierto destino de la prensa informativa" se preguntan " estamos viviendo al amanecer de una nueva historia de la prensa escrita? ¿O estamos presenciando su ocaso definitivo arrastrado por un movimiento que parece terminar con la escritura material (huella ejemplar de la cultura humana) a favor de los puros impulsos lumínicos, electrónicos? (1995,123).

Ellos se responden: " cualquiera sea el pronostico -y ninguno es sólidamente demostrable- lo cierto es que están imponiendo cambios sustantivos que seguirán en aumento y que afectan desde el proceso de trabajo en la redacción e impresión hasta el papel sociopolitico que tradicionalmente se le asigno a la prensa en Occidente. Las alteraciones previsibles reasignan lugares en las jerarquías internas del periódico y también reubican la concepción misma del periodismo y del periodista. La cultura del oficio tiende a redefinirse "(1995, 124)

Las grandes transformaciones que observaron los autores mencionados han sido dos aspectos que se complementan entre sí: una se refiere al cambio sociocultural provocado por la irrupción de lo audiovisual y el impacto que se ha producido sobre la gráfica y en segundo lugar los cambios que se han generado por la aparición y aplicación de las nuevas tecnologías para la elaboración y producción del diario.

Algunas de las consecuencias que se diagnostican son las siguientes:

surgimiento de un periodismo segmentado y especializado, básicamente de opinión, ya que resulta casi inexistente en los otros medios, surgiendo así con fuerza columnistas y editorialistas. Los diarios, a la vez, editan gran cantidad de suplementos y revistan invadiendo terrenos antes propios de los semanarios. Se asiste al nacimiento de los diarios arevistados.

Este será un espacio importante para el desarrollo del género de no-ficción, ya que se darán las condiciones de producción para que el género ejecute de una manera mas acabada sus características distintivas, y así poder avanzar mas en la consideración del propio profesional y por sobretodo del receptor que ira adecuando sus formas de lectura al nuevo género.

El contrato de lectura de este lector se empieza a configurar de una manera diferente.

Miguel Winazki, redactor jefe de la sección Cultura de la revista Noticias se pregunta cuál es el lugar del periodista en este mundo posmoderno y mediático?, esbozando la siguiente respuesta: "muchos se convierten en actores, en personajes y entonces se produce un proceso exactamente inverso al imaginado por Woddy Allen en " La Rosa púrpura del Cairo", cuando los personajes de la pantalla salen de escena para encarnarse en la realidad. Son las pantallas aquí las que se ''chupan" a al realidad y totalizan la ficción y entonces algunos periodistas -como Goebbels- fingen decir la verdad para mentir. Y otros -como Hemingway- fingen fingir, para decir la verdad.

Goebbels-Hemingway. Dos modelos dramatizados. Dos periodistas. Un periodismo. Cada medio masivo de comunicación es bifronte, Goebbels-Hemingway son la metáfora de una contradicción esencial que se vive en el fondo de cada medio"(1996,15).

La tensión que aquí se nombra es la condición constitutiva de los medios de comunicación, allí donde reside su poder, su potencial, en palabras de Winazki su "ambivalencia" que arraiga en el potencial autoritario que detentan los medios y que colisiona con su poder emancipatorio.

Estos puntos nos posibilitan comprender de forma mas acabada la problemática de la no-ficción y las tendencias estilísticas del nuevo periodismo.

Escribe José Pablo Feimann en su articulo "Periodistas de celuloide" para Pagina/30: "Lo real para un periodista como Citizen Kane, no existe. Lo real se crea. Basta tener un diario, reporteros sagaces y obedientes, convicciones poderosas que encuentran en sí mismas (y no en algún imperativo ético universal que se relaciona con algo así como la verdad) su propio fundamento para lanzarse a escribir editoriales, criticas, columnas de opinión que diseñen los gustos, las modalidades, las aprobaciones y los rechazos de la mayoría silenciosa, esa arcilla masa que el periodismo modelara a su arbitrio" (1994; 32).

No solo en los filmes sobre medios y periodistas ocurren situaciones de manipulación de la información, de imposición de determinados personajes, modas o tendencias. En la realidad los medios periodísticos están construyendo cotidianamente sentidos, de forma arquitectónica diseñan formas de mirar, de leer, de pensar y de relacionarse con la información.

Son espacios desde donde se representan los relatos que circulan socialmente, donde se escenifica la realidad que de acuerdo a determinados fines (económicos, ideológicos y estéticos) se construye.

Los medios de comunicación conviven con el poder, gozan y usufructúan de él y expresan luego parte de eso, porque el poder no puede expresarse y lo esta haciendo solo en términos económicos.

La realidad y la ficción se vinculan en el discurso periodístico remitiéndonos al profundizar el concepto de representación. Según Miguel Winazki: "es aquella escenografía que postula prioridad de las palabras respecto de los cuerpos. La realidad teatral introduce la ficción.

Lo esencial en el teatro es que para que se comprenda el mensaje, para que se entienda lo que es la realidad mas allá de la escena, lo que se representa en el escenario no debe ser real.

Porque sí fuera real, no habría teatro, desaparecería la magia y la magia de la representación es su sustancial elemento de ficción. Es necesario que no ocurra lo que se representa, para entender lo que en verdad ocurre, mas allá del escenario.

Lo verdadero, tras los enunciados periodísticos es el juego de las interpretaciones posible que detectan de hecho siempre y cuando se viva en un clima democrático.

El conflicto democrático de las interpretaciones es factible en aquellas sociedades donde existen diversos medios de comunicación que muestran los mismos fenómenos desde diferentes ángulos. El lector puede comparar todo lo que lee, escucha y observa y continua el mismo interpretando todos los elementos" (1996,27).

Lo importante es como algunos de estos elementos que trabaja la ficción le sirve al trabajador de prensa para producir una nota y posteriormente escribirla. Como decíamos en el caso del teatro para que se produzca el entendimiento del mensaje debe existir la magia de la representación. En el periodismo sucede algo parecido, mediante la utilización de frases, giros, metáforas y elementos que provienen del género literario y se interrelacionan con el discurso periodístico para alertar de los temas que muchas veces, la mayoría, quedan perdidos por la vorágine informativa de los medios. En una palabra para rescatarlos y profundizarlos, buscando las relaciones internas y más profundas que los hechos tienen y también aquellas relaciones ocultas que no se difunden en su total extensión, aveces, por autoimposición de los medios porque afectan intereses económicos o ideológicos.

 

Antecedentes narrativos de la no-ficción.

Me gustaría diseñar, ante todo, un recorrido histórico del género. Este desarrollo esta guiado por cierta subjetividad, quiero decir, a partir de lo investigado, sobre el tema en particular encontré como antecedentes de escritura ciertas practicas periodísticas que ponían en escena elementos procedentes de la literatura y el periodismo. Además, estas practicas se llevaron a cabo en medios gráficos de nuestro país y América latina teniendo como punto en común al experimentación y la búsqueda de nuevas formas de escritura. También en algunos casos los textos surgen desde un espacio periodístico para luego convertirse o leerse como textos literarios y ser, tiempo después, legitimados como literatura. Otra coincidencia es que surgen desde las márgenes (ya sean por su forma de escritura, por las temáticas, abordadas o por los medios en donde fueron publicados los textos).

Una mirada diferente, alternativa, no hegemónica era narrada por escritores que hacían sus primeros trabajos en periódicos para subsistir.

La profesión de periodista era un primer escalón que se presentaba como posibilidad en la tarea de ejercitar la escritura.

Escritura que buscaba cruzar fronteras, abrir caminos de intersección con otros campos y que estaban en continua búsqueda por lo nuevo.

Los antecedentes directos de la narrativa de no-ficción y del nuevo periodismo son:

Estas innovaciones parecen ser antecedentes directos del fenómeno que se denomino Nuevo Periodismo cuya forma de escritura es la narrativa de no-ficción. Antecedentes que deben ser leídos y tenidos en cuenta a la hora de analizar la manera en que fue evolucionando la forma de escribir en la gráfica y de hacer periodismo en nuestro país.

Antecedentes que en su momento fueron rupturas con el orden establecido (ya sea literario o periodístico) y que brindaron corrientes de aire fresco en la practica de la escritura. Tenemos que tener en cuenta que estos casos son productos de búsquedas de cambio por parte de periodistas/escritores que se sentían agobiados por los cánones tradicionales.

 

El nuevo periodismo. Características estilísticas.

"No existen reglas sacerdotales en este Nuevo periodismo -según Tom Wolfe- en cualquier caso todavía no... Sí el periodista quiere saltar del punto de vista en tercera persona a otro en primera persona dentro de la mima escena o dentro y fuera del punto de vista de diferentes personajes, o incluso de la voz omnisciente del narrador al monólogo interior de otra persona" (1974,53).

Autores como Rodolfo Walsh en la Argentina o Truman Capote, Norman Mailer o Tom Wolfe en Estados Unidos vislumbraron una necesidad y buscaron crear un espacio donde poder experimentar el lenguaje y el trabajo periodístico. No hubo una conceptualización anterior a la puesta en escena sino que fue surgiendo a medida que la necesidad se hacía presente en la mente de los escritores/periodistas.

El uso del lenguaje va a ser diferente al utilizado por el periodista tradicional, ya no será el reflejo fiel de los hechos de manera cuantificable, donde todo deba ceñirse al concepto de objetividad y observar desde un exterior aséptico sin involucrase en lo que sucede.

De las formas expresivas que resultan de este cruce entre los elementos reales que responden a lo ocurrido, que tienen referentes y situaciones verdaderas y elementos ficcionales que son utilizados para la construcción del acontecimiento, nombrando personajes y sensaciones que provienen de la subjetividad de quien observa los hechos, es que surgen los siguientes procedimientos narrativos:

La construcción escena por escena; la inclusión del dialogo; el punto de vista en 3ª. Persona (se incluye aquí la utilización del monologo interior); incorporación de detalles simbólicos del status de las personas; la forma diferente de presentar y organizar la entrevista; cambios en el concepto de autobiografía y la estructura del reportaje tradicional; títulos que abandonan la función informativa al igual que el lenguaje que va dejando paso a las funciones expresiva, poética y fáctica.

Ahora vamos a ejemplificar con dos fragmentos de los dos autores estudiados. :

La peste.

Perico Páez ha muerto. El sol del mediodía termina de secar el cuerpo. La luz, que reverbera sobre las aguas del Pilcomayo, funde la escena y deja el paisaje hecho polvo. El perfil de Santa Victoria Este se insinúa en los recortes de sombra de los aleros de paja y de los arboles dispersos. Un rato antes de morir Perico Páez ha visto mas personas interesadas en su salud que en los 74 años pasados. ¿Qué tendrá su mierda ahora que no tenía antes? En su delirio los ve con cascos. Preguntan por el oro. Se arrodillan y le agradecen. Tal vez den vales por litro. El lleno un par de baldes en esos días. Pueden ser que sea eso y paguen por los chicos cuando se empiezan a licuar. Mierda sobra.

Por las dudas, Perico le vomita encima y muere. Pero muere sin descubrir que la clave para gozar plenamente de los derechos humanos consiste en tener alguna enfermedad contagiosa. Con un bicho maligno encima capaz de engordar los langostinos que llegan de Tokio, el mundo entero se pone a disposición.

Carlos Ares

Alimentar la indignación.

El Presidente y su comitiva descienden del avión. Aquí -en el país del cual ha partido el Presidente y cuyos intereses el y su comitiva, dicen, van a representar- la imagen se ve por medio de los noticieros televisivos. El Presidente continua avanzando. Lo sigue su niña-hija-primera dama Zulemita, quien así, realiza cualquier imaginario edípico que alguna vez alguien haya alentado en su vida. Luego, los demás. Y los demás siguen y siguen bajando del avión. "Cuantos que son", comenta el fatigado televidente de estas tierras, quien, insidiosamente, comienza a sentir que es el único que ha permanecido aquí. Y, por fin, mientras la comitiva continua desfilando, concluye: " Son demasiados". Con lo que esta diciendo: ''Esto es demasiado". Y apaga el televisor y se va a dormir, porque el sueño -el sueño del abandono, de borrarse de la realidad- es la patria final de la impotencia". José Pablo Feimann.

 

En los anteriores ejemplos pudimos observar los procedimientos que utiliza la narrativa de no-ficción para conformar sus textos teniendo en cuenta los elementos que estos contienen (reales y ficcionales).

El cambio que se produce respecto del periodismo tradicional es bastante profundo ya que permite introducirse en dimensiones antes no exploradas del hecho o situación que se narra.

Todos estos cambios tienen que ver con un espíritu de época donde los limites entre lo publico y lo privado se han hecho más difusos, casi están desapareciendo, donde las nociones pertenecientes a la Modernidad están siendo cuestionadas por una época postmoderna que busca vivir en un eterno presente. En un aquí y ahora continuo.

Esta narrativa cuestiona desde su lugar de enunciación la época postmoderna y la alienación que producen muchas veces los medios de comunicación. Apela a la reflexión, al análisis, en definitiva, a la toma de conciencia de espíritu de época con el que esta disconforme.

También se necesita como principal tarea una recepción activa por parte del lector. Que comprenda lo que en esas líneas se intenta relatar. Que se establezca y se produzca el contrato de lectura entre aquel que utiliza el género de no-ficción para narrar y aquel que compra el matutino donde el periodista/narrador escribe sus notas.

Observamos que la narrativa de no-ficción es un espacio donde se producen tensiones de elementos de distinta procedencia. Por un lado las referencias a la verdad de los sucesos siendo la situación conocida por el lector, sabiendo como ocurrieron los hechos. Desde el otro lado los elementos ficcionales que permiten narrativizar el relato. Utilizar los elementos que la literatura produce en su universo. Personificaciones, descripciones, utilizaciones de metáforas y otros son los elementos que utiliza la no-ficción.

Aquí se perfila una de las características principales del género: la tensión que produce el cruce de estos dos universos. En la resolución de esta tensión se encuentra la especificidad del género.

Se introduce otro concepto importante: el lenguaje es otra realidad y como tal impone sus leyes. Es decir, organiza el escenario, recorta las situaciones y ficcionaliza la realidad. Esto le ayudara luego al periodista/narrador realizar el montaje durante la producción de su nota.

Del encuentro de estos dos mundos (el literario y el periodístico) no resulta una mezcla, un pastiche, un collage donde no se puedan descubrir claramente aspecto de uno u otro lugar, sino que surge una construcción nueva, un territorio para experimentar la narración y el trabajo periodístico.

La búsqueda de la verdad es tarea primordial de todo periodista que se precie de tal, en este nuevo género la verdad surge de la organización de los testimonios y su montaje.

La reconstrucción que se realiza del hecho en cuestión es una versión que en el campo de la opinión publica enfrenta otras versiones.

La verdad como tal reside en la tarea de recopilación que ha realizado el investigador y el profesionalismo que ha puesto en esta tarea, testimonios directos, documentación que prueba lo que se está diciendo allí, evidencias que desnudan en su totalidad el cuerpo del delito.

Es aquí donde el hecho a ser construido, teniendo en cuenta los distintos elementos que lo constituyen va buscando su verdad y es allí donde esta reside. Al ser narrada le esta dando una existencia real.

Realidad que como dijimos es construida y que será una versión de los hechos tratando de confrontarse con otras versiones. Casi siempre este género es utilizado para desarrollar ampliamente lo que la información oficial ignora, no desarrolla, cubriéndolos con mantos de silencio.

El descubrimiento, el retirar esos mantos de silencio, es tarea del periodista que tiene en el género de no-ficción las herramientas que le permiten acceder a la verdad de los hechos (la verdad que ha surgido de la construcción de ese relato). El camino que le posibilita esto al periodista es la construcción, narración y ficcionalización de los hechos.

Aquí es donde se encuentra la ruptura del género o el carácter ficcional del mismo. El acontecimiento es igual siempre, no se modifica, lo que sucede es que depende desde donde se relata ese hecho especifico, desde donde se enuncia y quien lo cuenta es lo que ficcionaliza.

Los testimonios de los protagonistas tendrán siempre una postura, elección política y un escenario social desde donde hablar y desde donde observar la realidad.

El periodista /narrador ira descubriendo los diferentes testimonios y ubicara a cada uno de estos en el escenario donde la acción se desarrolla. Él, también, ingresa en la puesta en escena con su testimonio, con voz propia.

" La no-ficción (a diferencia de los relatos ficcionales) se caracteriza por un constante juego -y ficción- ambivalentes entre los dos campos de referencia. El lector puede leerlos separadamente de la referencia directa a los acontecimientos específicos -como sí fueran novelas o cuentos- y, al mismo tiempo, como una forma de representación de un campo de referencia externo. Es justamente en esa ambigüedad donde se establece una lectura "deseable", ubicada en los intersticios que produce el encuentro en ambos campos: el discurso no ficcional exige una lectura que ponga el acento simultáneamente en su condición de relato y de testimonio periodístico" (Amar Sanchez, 1993,36).

Como venimos observando el género trabaja con dos tareas interrelacionadas: la expansión del relato y la concentración del detalle.

Se focaliza de modo metonímico, en pequeños episodios de lo cotidiano. El relato testimonial trabaja enfocando muy de cerca fragmentos, personajes, narradores, momentos claves y provocando esa narrativización que establece el puente entre lo real y lo textual.

La operación de construcción esta determinando un modo de narrar particular en el que la subjetivización es un rasgo esencial. De ella proviene el efecto de ficcionalidad, es decir, el carácter narrativo que le da su condición de relato.

Los textos son vistos como partes -expandidos- de un todo.

La construcción de la narrativa de no-ficción tiene, entonces, dos modos específicos que la definen:

Los relatos son el resultado " tanto de la subjetivización como de la presencia de procedimientos compartidos con los otros textos ficcionales del autor. La escritura resiste a las divisiones genérica terminantes, de este modo los relatos están ligados por similares estrategias narrativas y lingüísticas, nuevamente el discurso no ficcional se encuentra en un espacio de cruce porque el tipo de relación intertextual (entre textos del mismo autor) que se teje lo aproxima a otros géneros y crea a su vez, por la presión de esos códigos, las distancias formales entre los relatos no ficcionales de los distintos autores (1993; 34).

En los autores estudiados se encuentran las características mencionadas.

 

Las contratapas elegidas.

Al realizar la elección de los autores que se analizaron (Carlos Ares/ José Pablo Feimann) se puede señalar que el espacio especifico de la contratapa, funciona como posible lugar de experimentación por parte del periodista/escritor. Allí se produce la posibilidad de desarrollar determinadas estrategias de escritura, de trabajar la palabra de manera diferente, que tal vez, en las paginas interiores no pueda desarrollar o no se lo permitan, por no encontrar el lugar indicado.

Estos textos se publicaron en medios periodísticos que permiten esta nueva forma de escritura en diversas secciones, reservando un lugar y espacio importante para la contratapa.

Funciona, mucha s veces, como el lugar donde se editorializa (en el caso de La maga) o donde un narrador específico relato sobre algún acontecimiento en particular, haciendo escuchar su propia visión del hecho, es decir, su versión.

Ares desde La maga, en tanto que José Pablo Feimann cada quince días, los sábados, desde Pagina/12 desarrollan sus temas donde se cruzan la política, la historia, los diferentes discursos y personajes que circulan socialmente, la filosofía de la calle y la otra y el cine para ocupar ese espacio reservado de la ultima pagina.

Escritas en clave critica tratando de desentrañar, intentando esbozar o discutir algunas ideas sobre el país y sus cosas. Aquí radica otra característica distintiva: la intención de producir una reflexión, un debate de ideas donde se discutan diferentes puntos de vista sobre temas actuales del país.

Encuentro de ideas y planteamiento de argumentos parece ser el objetivo de estos autores, que ponen a consideración del lector la confrontación de distintas visiones sobre un mismo tema.

Las columnas de opinión de Carlos Ares y publicadas en la revista La Maga (revista de información cultural fuera de circulación en la actualidad) son relatos noticiosos con información e interpretaciones que incluyen apuntes personales y subjetivos.

Dice Carlos Ulanovsky, en el prologo del libro que compila sus notas periodísticas "en los últimos años esta forma de tarea periodística se transformo en especialidad y se acerco al ensayo, al análisis y se fue convirtiendo, porque no decirlo, en literatura, Por eso las crónicas de contratapa de Carlos Ares pueden ser leídas como un afiebrado soliloquio de ficción y realidad y más temprano que tarde deberán ser admitidas como una especie de novela realista de nuestros días" (1994,5).

Decimos nosotros desde aquí, narrativa de no-ficción que cruza los diferentes elementos que allí son nombrados.

Ochenta líneas semanales aparecidas en el margen izquierdo de la ultima pagina de la revista. Luego, parte de estas notas, fueron compiladas en un libro titulado Contratapas (crónicas claras de una época oscura) que rescataron las que fueron escritas desde 1992 a 1994.

El otro autor elegido, también compilo sus artículos de ultima pagina en un libro llamado Ignotos y famosos. Política, farándula y posmodernidad en la Argentina. Allí se incluyen las que aparecieron publicadas en el diario y la revista Pagina/30 entre agosto del '92 y septiembre del '94 y sus temáticas giran en torno a los problemas que se incluyen en el título del libro.

Su condición de escritor se fue armando de la siguiente manera, según las palabras del propio Feimann: de formación filosófica obtuvo un pensamiento estructurado; de su pasión por la música "una gran tendencia a que la prosa tenga un ritmo profundo"; de su deslumbramiento temprano por el cine, las tramas y los personajes. Y cuando empezó a recuperar al pibe, que iba a al función de matinee a ver tres películas, pudo empezar realmente a escribir ficción, a tender tramas.

Estos elementos que menciona Feimann son los que combinan y están presentes siempre en su escritura ya sean novelas, guiones cinematográficos, ensayos o narrativa de no-ficción publicadas en diarios y revistas.

Aquí se cumple uno de los requisitos del género de no-ficción, que nombramos anteriormente, la interdependencia formal entre los textos ficcionales y no ficcionales del autor en cuestión.

Feimann comenta que se dedico hacer un periodismo reflexivo, o mejor, ensayístico. El estilo de escritura se lo aporto el día en que las notas saldrían publicada: los sábados. Según él, ''el lector tiene mas tiempo, mas disposición, parar enfrentarse con el texto que asume un compromiso en el terreno de las ideas" (1994,7). Surgieron, además, con el propósito de incorporar en la opinión publica elementos de reflexión ante el crecimiento de un poder "ostentoso e impúdico" (199,8).

Según el autor, había muchos chistes y pocas ideas, tratando de revertir esta situación nacieron, desde este lugar del diario, estos espacios de reflexión, donde las ideas sean expuestas y discutidas.

"Las contratapas del diario ofrecían, asimismo, el espacio adecuado. Digamos unas 120 líneas aproximadamente. Creo que nada debería impedir que un escritor de formación filosófica pueda adueñarse con entusiasmo de 120 líneas y deslizar en ellas un par de ideas aceptables. Tal fue mi objetivo(1994,8).

Así es como quincenalmente este intelectual argentino plasma sus visiones del país y de las ideas en clave periodística.

Un elemento importante de destacar en los dos autores es la aparición de un numero determinado de notas compiladas en formato libro. Esta es una característica inherente al género no ficcional, no es imprescindible que se edite en un libro para ser narrativa de no-ficción, no es condición exclusiva del género sino que es una cualidad importante, porque esas notas periodísticas o mediáticas publicadas luego en un libro hacen que pierdan su carácter efímero y disperso. La continuidad no esta quebrada en sucesivas ediciones ni dependen de la inmediatez que caracteriza a las noticias.

Este distanciamiento con el medio gráfico produce un aislamiento que proviene del exterior permitiendo que se perciba al texto como un mundo, lo va estructurando como REPRESENTACIÓN.

Por eso siempre en los textos de no-ficción nos encontraremos con los marcos que explicitan cual es la situación real que allí se desarrollan. Puntos de encuentro en donde se explican cual es, a partir de ese momento, el rol de los sujetos actuantes. Zonas de cierre, que en definitiva, estructuran el relato.

 

Conclusiones/El principio del fin.

El relato de no-ficción se denomina mas correctamente relato testimonial, como forma de poner desde su nombre las características diferenciadoras.

También la elección del nombre y de la forma de trabajo es tomar una postura frente a la institución literaria y periodística, se produce una toma de posición a partir de lo establecido, adhiriendo o rechazando esa institución. Nuestro género cuestiona constantemente las dos instituciones proponiendo una postura estética y política diferente de la establecida.

No niega las formas de trabajo de estas áreas sino que toma de cada uno de los elementos que le sirven y se posicionan de una manera más transgresora en el horizonte de la escritura.

Siempre existe un compromiso con el develamiento de lo oculto, de lo que no esta claro, en la búsqueda de elementos que arrojan luz sobre hechos no esclarecidos.

La vinculación al discurso periodístico no es total, ya que opera constantemente un simultaneo distanciamiento. Utiliza formas de reproducción mecánica y sus técnicas de un modo no masivo, cuestionando desde su forma y contenido cualquier posibilidad de lectura de tipo consumista o alienado. Intenta alertar sobre temas que suceden o aquellos hechos que el vértigo periodístico olvida rápidamente. Es aquí donde la ficción produce otra innovación: impedir el olvido de ciertos hechos intentando su rápido esclarecimiento.

Para llegar a este objetivo el periodista se documenta, se introduce en el hecho, se convierte en detective y así puede encontrar las pruebas o los indicios que refuerzan su hipótesis de trabajo.

Hipótesis que mediante una ardua tarea de investigación pueden ser probadas y luego organizadas como relatos.

Relatos que cuestionan la idea de una verdad única y homogénea posibilitando conocer las distintas versiones que se tienen de los hechos, siendo su montaje final (su publicación mediática) la versión que el periodista ha elegido luego de realizar su trabajo.

Relatos que ponen en constante tensión las apreciaciones personales, éticas e ideológicas de quien escribe, de quien paga y de quien lee el artículo periodístico.

Relatos que por lo tanto, politizan el acontecimiento dándole una postura definida, en un espacio y tiempo determinado, a través de la organización periodística de los distintos elementos.

Así nuestras retinas guardan imágenes de los fusilados de José León Suarez, de aquella familia de granjeros de Kansas masacrados a sangre fría, del retrato de Oswald dibujado por Norman Mailler y de haber disfrutado el Desayuno en Tifffany's al lado de Tom Wolfe.

O simplemente, algunas de las voces que nos ofrecen nuestros periodistas desde las paginas de ciertos diarios y revistas, recordándonos que vivimos en un extraño país llamado Argentina. Ellos intentan, junto a nosotros, descifrar el misterio.

 

Bibliografía utilizada:

Amar Sánchez, Ana María: El relato de los hechos, Edit. Beatriz Viterbo, 1993.

Ares, Carlos: Contratapas. Crónicas claras de una época oscura. De. Libros de la Maga, Bs. As, 1996.

 Feimann, José Pablo: Ignotos y famosos. Política, farándula y posmodernidad en la Argentina. Edit. Planeta, Bs. As, 1994.

 Rivera, Jorge: Claves del periodismo argentino actual Edit. Tarso, Bs.As. , 1987.

 Winazki, Miguel: Periodismo: ficción y realidad. Edit. Biblos, Bs. As, 1996.

 Wolfe, Tom: El nuevo periodismo. Edit. Anagrama, 1974.

 Revistas:

 Revista Pagina/30: "Periodistas de celuloide. La invención de la realidad", pagina 59. Agosto de 1994.

 Revista "Oficios Terrestres". Publicación de la facultad de Periodismo y Comunicación social. Universidad Nacional de La Plata. Año 1, No.1, 1995.