UN MOSQUITO QUE SE LAS TRAE
El insecto vector del dengue* es el Aedes aegypti, un zancudo que se reproduce en las aguas estancadas que se hallan en neum ticos, floreros, tinas, botellas abandonadas y muchos otros implementos que, en la mayoría de los casos, se encuentran comúnmente en las casas.
Algo de su conducta: Se ha descubierto que un solo mosquito puede picar a 3, 4 ó 5 personas (hasta hace poco tiempo se pensaba que sólo podría "ocuparse" de una). Generalmente pica en horas de la mañana o a finales de la tarde, aunque hoy todas las investigaciones apuntan a que el exceso de mosquitos ha hecho que la competencia por tomar la sangre los obligue a actuar incluso durante la noche. Otra teoría que quedó desvirtuada es la de que el Aedes aegypti es de corto vuelo, pues los experimentos han indicado que tiene capacidad para volar hasta 800 metros.
Amenaza mundial: El calentamiento global del planeta, como consecuencia del deterioro del medio, puede ser factor adicional de riesgo para la aparición del dengue y otras enfermedades transmitidas por vectores. Los estudios señalan que, a mayor temperatura, los mosquitos se reproducen con mayor velocidad, al igual que el virus (causante del dengue) dentro de ellos. En condiciones normales, despu‚s de picar a una persona infectada, el insecto tarda entre 10 y 11 días para ser capaz de transmitir la enfermedad; con el aumento de la temperatura este proceso se acelera y sólo tarda 3 ó 4 días. "Consideraciones como la anterior llevan a pensar que el dengue amenaza ser una catástrofe mundial, porque la enfermedad y el ambiente est n ligados", según afirmó el investigador cubano Gustavo Kouri, Director del Instituto de Medicina Tropical de La Habana, Cuba, durante el Curso-Taller Centroamericano sobre Dengue, convocado por la Organización Panamericana de la Salud en Managua, Nicaragua, el año pasado.
La clave: el control: El científico asegura que estas enfermedades tienen formas de control bien conocidas; prueba de ello es que el Aedes aegypti se erradicó de La Habana a principios de siglo, y luego de Panam, para construir el Canal. Por lo tanto, no hay razón para no hacerlo hoy en cualquier parte del mundo, con los conocimientos y medios actuales. Como no hay vacuna contra esta enfermedad, el control debe orientarse al vector, es decir, al mosquito. El ‚xito contra el mal depende de la coordinación intersectorial y de la intervención activa no sólo de los organismos de Salud Pública sino también de los educativos, sociales, políticos y religiosos. Una respuesta sería enfatizar en el control. La fumigación baja la epidemia al matar el mosquito adulto, pero si no se eliminan los criaderos, en 10 o menos días habrá de nuevo otra gran población de mosquitos adultos. "Tal vez se crea que fumigar es la solución, pero no es la forma de controlar el Aedes", expresa el especialista cubano. El investigador Kouri enfatiza que, para controlar y erradicar el Aedes aegypti, es fundamental la participación comunitaria. "No es nada fácil, pero si cada quien en su casa, en su jardín o alrededor, controla los criaderos, se le dar  un golpe mortal al dengue", añade. Precisamente, uno de los focos principales de contaminación es el hogar, pues el mosquito se reproduce en agua limpia. Recordó que gran parte de la población guarda agua debido a la insuficiencia de abastecimiento. Estos son los principales sitios de reproducción, además de floreros y otros lugares.
"Debemos ser conscientes de que estamos 'durmiendo con el enemigo'", expresa. "No hay que hablar de los muertos por dengue, sino de cómo evitar el próximo muerto. El próximo debe ser el mosquito, el criadero", enfatiza, y prosigue: "los medios titulan: Un muerto por dengue hemorr gico, lo cual provoca miedo, pero lo importante es informar sobre los diez mil criaderos de Aedes aegypti en tal parte, y que pueden producir casos de dengue y muertes", comenta el especialista cubano. En algunos países se ha utilizado la fumigación a‚rea, fumigación por calles y carreteras, las cuales producen más un efecto de alivio en la ciudadanía que un efecto real, pues, en general, este tipo de insecticidas no alcanzan a llegar a los sitios en donde se encuentran los pequeños huéspedes. Por ello, una vez más, el rol del ciudadano común en el combate a este mosquito es fundamental en la prevención de la enfermedad.

(*) Enfermedad que se caracteriza por: fuertes dolores corporales, desgano, fiebre alta, dolor de cabeza y de estómago; náuseas y vómitos; diarrea. Puede presentarse también con hemorragias cuando el virus tiene un comportamiento más agresivo. El dengue provoca más de 20 mil muertes por año. Actualmente lo padecen más de 10 millones de personas, en tanto 2500 millones de habitantes -en más de 100 países tropicales- se encuentran en riesgo de contraerlo. La ciencia intenta desarrollar mecanismos de control gen‚tico para conseguir que el mosquito Aedes aegypti pierda la capacidad de desarrollar el virus causante de esta enfermedad.

(C) Ciencia al Día, N° 059; 98 (Colombia). CERIDE